La Madre Cecilia Villalobos parte a la Casa del Padre

La Hna. Cecilia Margarita Villalobos Fuenmayor, en Congregación Hna. María Fátima de San José, nació en Maracaibo el 21 de octubre de 1934. Hija de una familia muy cristiana y de acendrada devoción mariana. Sus padres, Delia Fuenmayor y Ángel Ciro Villalobos, la llevaron a la pila bautismal el 4 de noviembre del mismo año en la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Desde su adolescencia se consagró como Hija de María.

Ingresó a nuestra Congregación a los 20 años el 29 de noviembre de 1954 y emitió su profesión religiosa el 8 de diciembre de 1957, por lo que tenía casi 65 años de vida consagrada. El día 26 de septiembre, pocos minutos antes de cerrar sus ojos, dijo: “Este es el misterio de nuestra fe. Anunciamos tu Muerte, proclamamos tu Resurrección. Ven, Señor Jesús. Ven, ven, Señor Jesús”.  Y Jesús vino. Y Jesús cumplió su Palabra. Ya tenía el lugar preparado y la vino a buscar para que esté con Él toda la eternidad.

 

La Madre Cecilia, como le decíamos todas, fue una religiosa ejemplar. Los mensajes que nuestras hermanas han compartido y muchas personas cercanas, son testimonios auténticos que nos muestran cómo era su talante de mujer, de consagrada, de hermanita de los pobres. Muchas de nosotras recibimos de ella la formación inicial. Los superiores, conociendo sus virtudes y talentos, la nombraron maestra de postulantes a los 30 años de edad, desempeñando años después los roles de maestra de novicias, de junioras, superiora, consejera general y superiora general por doce años, desde el año 1993 al 2005.

 

¿Qué podemos resaltar de ella? Su bondad innata que se reflejaba en su mirada, su sonrisa, cercanía, sencillez, prudencia, cordialidad, fraternidad, reflejando el rostro humano de Dios Padre y Madre. Virtudes que no le impedían ser una mujer de carácter firme, decidida, valiente, exigente. Dios le regaló un gran talento con la música. Por muchos años fue la organista en la comunidad organizando un coro que las de más edad extrañamos. Durante su período de gobierno como Madre general impulsó en la Congregación la formación permanente de las Hnas., el dinamismo en los equipos de Pastoral Vocacional, Pastoral de los Hogares de Ancianos, Hospitales y Colegios, así como los Encuentros por Obras, dejando generosamente a las Hnas. encargadas que desplegasen su creatividad. Creó las Fundaciones y Asociaciones en las Obras para dinamizar su funcionamiento. Su amor a la Congregación la expresó con su vida de entrega compartiéndola en sus Circulares y comunicaciones, así como promoviendo la vida y obras de nuestros Fundadores. Los últimos años la enfermedad tocó a sus puertas, viviendo esta experiencia con serenidad, fortaleza y paz.

 

Gracias, querida Madre Cecilia, por todo lo que nos diste, inspiraste y acompañaste. Damos gracias al Señor por tu vida, tu vocación firme, tu entrega, tu testimonio vivo de la bondad que Dios sembró en ti. Pedimos al Señor que no tome en cuenta tus fragilidades, sino que te lleve a gozar de la plenitud de la Vida eterna.

Congregación Hermanitas de los Pobres de Maiquetía
Congregación de Hermanitas
de los Pobres de Maiquetía

Somos escogidas por Dios para acoger,
animar, acompañar y dar la vida
al estilo de Jesús

Scroll al inicio